"Barco grande ande o no ande"... así se puede ilustrar y sintetizar la posición y apuesta de la oposición política y social en República Dominicana con respecto Marcha Verde.
La oposición política y social en RD se aferra y apuesta a Marcha Verde como su tabla de salvación dejando de lado el elemento crucial de que dicho movimiento la invisibiliza a la vez que funciona como válvula de escape para el gobierno ante la presión social.
El espejismo causado por la capacidad de Marcha Verde de movilizar, de forma concentrada, a miles de personas, provenientes mayoritariamente de la propia oposición política y social, ha llevado a confundir el medio con el fin, y ese quid pro quo nos costará la derrota ante el PLD.
Juntos y reburujados, mansos y cimarrones, tirios y troyanos, en Marcha Verde, la oposición política y social ha convertido la popularidad, simpatías y capacidad de convocatoria de ese movimiento, en un fin en sí mismo, dejando de lado lo relevante, que es lograr los cambios que anhela y necesita la sociedad dominicana.
Revuelta en la heterogeneidad de Marcha Verde, la oposición política y social ha sucumbido ante la FORMA y ha dejado de lado como cosa irrelevante el FONDO, confunde EL MEDIO con EL FIN, y eso le costará, otra vez, la derrota a manos del PLD ahora y en el 2020.
La oposición política y social dominicana no repara en que, en Marcha Verde, básicamente se están movilizando SUS PROPIAS BASES, esto es, el país político, su propia membresía, mientras el país nacional, la gente común no organizada, es indiferente. No repara en el hecho innegable de que, en más de año y medio, Marcha Verde no ha logrado calar en el país nacional, en la gente común no organizada, salvo ciertos estratos de las clases medias que la han apoyado con oscilaciones. No repara en que, es, precisamente, ese país nacional ausente en Marcha Verde el que puede impulsar, motorizar y materializar los cambios, ya sea desde las calles o desde las urnas.
Aunque la percepción parezca indicar lo contrario, romper el cordón umbilical con Marcha Verde y superarla, es lo único que podría poner a la oposición política y social dominicana en condiciones de sacar al PLD del poder desde las calles o desde las urnas, porque ese movimiento es un freno y no combustible para el cambio. Lo otro, insistir en convertir el medio en un fin, insistir en la forma y despreciar el fondo, seguir apostando a Marcha Verde aunque no sólo no logre ningún cambio, sino que sea funcional a la permanencia del PLD en el poder, es avanzar con alegría hacia otra derrota programada, mientras gritamos sonrientes: ¡César, los que van a morir te saludan!
Alfredo García